Un enero con mucho calor, sin playa,sin montañas ni sombrillas que se vuelan con el viento.
Nada de arena que se pega al cuerpo, ni pies que duelen de recorrer los pisos sucios de los cerros.
Cero colores norteños y cero agua transparente del sur.
Un mejor amigo que se me fue a las tierras del viejo mundo y una fiel amiga que se pasea entre compañeros latinos.
Una ciudad húmeda, un trabajo intolerable, tramites por doquier.
Se retuercen los estómagos de envidia de los sin vacaciones.
A veces el enojo triunfa y las pocas energías te la bajan.
La mala suerte que se pone del orto, aprieta quinta y te coloca en el primer puesto de su ranking de favoritos.
Un bolsillo pobre.
Y un febrero que se llena de los suertudos que vuelven de la playa , morenos y descansados.
No cambio mi enero por nada en el mundo :)
Lo demás son solo palabras...
